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Este blog aborda los descubrimientos de planetas desde una perspectiva amena y sencilla, pero siempre precisa y contrastada, para una lectura agradable.

21 julio, 2009

¿Cómo comenzaríamos un diálogo con otras civilizaciones?

Llamando a todos los Marcianos
Lunes, 14 de Abril de 1952

¿De qué forma iniciarán los terrícolas una conversación con los habitantes de otros planetas? La semana pasada Lancelot Hogben*, (Miembro de la Royal Society), autor del libro más vendido de 1936 ‘Matemáticas al alcance de todos’, pronunció una conferencia ante la Sociedad Británica Interplanetaria, la cual considera tales cuestiones con solemnidad científica.

Se supone, dijo Hogben, que los Vecinos Extraterrestres pueden percibir o registrar radiación de alguna parte del espectro electromagnético (luz, calor, ondas de radio, etc.) También se supone que la Tierra puede enviar tal radiación con suficiente potencia como para alcanzar los planetas más cercanos. Después de todo, hay ondas de radio que están siendo emitidas a la Luna de forma rutinaria y sus débiles reflexiones, devueltas a la Tierra, son escuchadas fácilmente.

Las Primeras Palabras. Pero, ¿qué pueden decir los terrícolas para que sus Vecinos Extraterrestres los entiendan? Comencemos, dijo Hogben, con una pequeña charla sobre los números, cuyas propiedades no varían de un planeta a otro. La mayoría de los sistemas numéricos (Románo, Chino, Maya) evolucionaron de simples marcas de conteo. Una marca era para “uno”; dos marcas para “dos”, etc. Probablemente los Vecinos atravesaron por una etapa similar en su temprano desarrollo intelectual y tienen registros de esto. De esta manera, el primer mensaje de Hogben al espacio sería una ecuación simplificada de números romanos:
“I más II más III igual a IIIIII.” Los números son palitos (trazos simples repetidos), y el signo más y el signo igual son “flases”. Por flases Hogben se refiere a grupos de señales de radio reconocibles, bastante parecido a las letras del código Morse.

Una vez que los Vecinos han escuchado esta ecuación, repetida suficientemente a menudo, deberían entender su significado. Analizándola, pueden aprender las primeras pocas palabras del lenguaje interplanetario. Ecuaciones más complicadas les enseñarán más palabras. Algunas serán “operadores” (más, menos, veces), las cuales son muy parecidas a los verbos.

En la construcción de los números, Hogben señaló, los terrícolas no necesariamente usarán el sistema decimal, el cual tiene su origen en el hecho de que los humanos tenemos diez dedos. Ellos no pueden suponer que los Vecinos tienen diez dedos o algún dedo en absoluto, si vamos al caso. No obstante es necesario algún “sistema base”, así que sugiere basar los números de la Tierra no en diez sino en doce, lo que, en todo caso, es más manejable matemáticamente.

Hogben pone mucha más atención a la cuestión de un signo de interrogación. Si los Vecinos pueden ser inducidos a responder y tomar parte activa en la discusión, el proceso de enseñanza debería ser más fácil. También, la moral de los profesores debería mejorar, tan pronto como estén convencidos de que en sus clases se presta atención.

Noticias Interplanetarias. A enseñar a los Vecinos un sistema numérico Hogben lo llama su “curso de primer año”. Para su curso de segundo año trata de encontrar algún otro tópico que los terrícolas tengan en común con sus Vecinos. El mejor, cree él, es la astronomía. Los “Venusianos” (habitantes de Venus), que supuestamente viven por debajo de una atmósfera opaca, puede que no conozcan nada sobre el cielo, pero los Marcianos sí deberían. Su atmósfera es más limpia que la de la Tierra.

Par comenzar su curso de segundo año, Hogben retrocede de nuevo a los primeros días del desarrollo intelectual humano. El primer bloque de conocimiento científico que la mayoría de culturas acumuló fueron datos en el calendario (el aparente movimiento del sol) y el movimiento de los planetas. Así que los astrónomos humanos tendrían en primer lugar que elaborar las fechas de tales eventos tal y como ellos han experimentado en Marte. Enviar a través del espacio en el lenguaje de los números como “noticias interplanetarias,” que deberían ser fácilmente reconocidas por los Marcianos.

A la vez que el lenguaje interplanetario evolucione, se establecerán un conjunto de nuevos tópicos de conversación. El tema de la química puede ser abordado a través de las propiedades numéricas del espectro de las estrellas. Cuando el lenguaje se las pueda arreglar con la anatomía, los terrícolas conocerán el aspecto de lo Vecinos. Al final, en el momento en que la charla interplanetaria se convierta en algo común, cada individuo humano debería ser capaz de hacer amigos con individuos Marcianos. Podrán comparar sus ritmos de vida y de muerte. Podrán incluso comparar sus respectivas inteligencias jugando a un “ajedrez celestial” a través del vacío del espacio.


Fuentes:

Publicado en C.I.A.A. el 16/07/09
Traducido por Webmaster
Fuente
: TIME

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