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Este blog aborda los descubrimientos de planetas desde una perspectiva amena y sencilla, pero siempre precisa y contrastada, para una lectura agradable.

21 julio, 2009

Nueva investigación propone la búsqueda de exolunas habitables

La mayoría de los exoplanetas encontrados en la 'zona habitable' de sus sistemas, son gaseosos y por tanto no podrían soportar formas de vida tal como la conocemos. Pero, según una nueva investigación realizada por David Kipping del University College London, la detección de lunas en estos exoplanetas (tentativamente llamadas 'exolunas'), podría ser más fácil de lo esperado.

La importancia de este descubrimiento radica en que estos exoplanetas gaseosos podrían tener exolunas rocosas, las cuales sí podrían ser habitables. Actualmente la lista de exoplanetas contiene a más de 300 miembros, 30 de los cuales se encuentran en la 'zona habitable' de sus respectivos sistemas solares. Estas zonas corresponden a aquellas en que la vida podría darse en un determinado sistema solar, y corresponde a un anillo en torno a la estrella correspondiente. Si algún planeta se saliera de ese anillo habitable, el ambiente sería demasiado frío o muy caliente como para la existencia de agua íquida, y por tanto de vida.

Pero, la mayoría de estos 30 exoplanetas son del tipo gaseoso y por lo que no habitables. La existencia de lunas que orbiten a estos gaseosos es una posibilidad completamente inexplorada hasta ahora en la Astronomía.

Según Kipping, hasta ahora los astrónomos sólo han buscado cambios de posición de un planeta a medida que orbita su estrella. Esto hace difícil confirmar la existencia de una luna porque estas son tan débiles que en las imágenes no aparecerían.

El nuevo método propuesto consiste en la observación de pequeñas oscilaciones en el movimiento orbital de los exoplanetas, lo cual podría ayudar a deducir la existencia de otro cuerpo no avistado aún, que está orbitando al cuerpo planetario observado. Si un planeta tuviera una luna, el centro de masa del sistema planeta-luna no estaría en el centro del planeta, provocando estas oscilaciones mencionadas por Kipping, durante la órbita del cuerpo mayor.

Esto podría lograrse tomando datos orbitales con mayor resolución temporal y no sólo cambios de posición.

El científico demostró que esta técnica no es difícil de aplicar, y que adicionalmente puede predecir con sorprendente precisión la existencia de exolunas. Por ejemplo, podría detectar una exoluna de una masa terrestre, orbitando en torno a un planeta gaseoso de una masa neptuniana.

Con esta investigación se abre una nueva veta en la investigación de mundos extrasolares en Astronomía. Dentro de los próximos años de seguro aparecerán los primeros resultados del análisis de los datos que ya existen.
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Fuentes: AESP Redastro.cl y aquí

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