Acerca de este blog

Este blog aborda los descubrimientos de planetas desde una perspectiva amena y sencilla, pero siempre precisa y contrastada, para una lectura agradable.

22 abril, 2010

Cerrada la primera encuesta de Yplanets

Hola a todos!!

Después de 1 mes, la primera encuesta de este blog ha sido cerrada con 13 votos. No está nada mal!! Recordemos la pregunta…:

¿Cuanto tiempo crees que será necesario para hallar un planeta como el nuestro?

Las posibles respuestas eran las siguientes:

1-En 3 o 4 años, quizás menos: El 23% de la gente (3 personas) han votado esta opción

2-En 5 o 10 años por lo menos: Esta es la opción más votada, el 38% de la gente (5 personas) han votado esta opción

3-Entre 10 y 20 años seguro: El 30% del total (4 personas) han dejado su voto en esta opción.

4-Entre 20 y 40 años seguro: El 7% de los votantes (1 persona) ha votado la cuarta opción

5-Tardaremos más de 40 años en saber eso: Nadie ha elegido esta opción.

Bueno… Muchas gracias a todos por la participación! En ausencia de sugerencias para la nueva pregunta, la siguiente aún no hay ideas para la nueva encuesta. Igualmente, esta, pronto estará abierta ;)

Un saludo!

18 abril, 2010

Un planeta muy excéntrico: HD 80606-b

Hablando de “Júpiters excéntricos”, vayamos al caso más extremo conocido hasta la fecha. Se trata de HD 80606-b. Este mundo, está situado a aproximadamente 190 años luz de nuestro planeta, en la constelación de la Osa Mayor. img-hd80606b

En este caso, este mundo está situado en un sistema estelar binario formado por dos enanas amarillas como nuestro sol. Las estrellas HD 80606 y HD 80607, forman este sistema, que recibe el nombre de Struve 1341. Ambas estrellas están a aproximadamente 1200 UA de distancia, orbitando un centro de gravedad común. Esta imagen de la derecha, nos muestra el sistema estelar en cuestión.

La estrella “madre” de este mundo posee una masa equivalente a 0,9 soles. Es decir, tienen una masa similar. Tiene una edad estimada de 7.630 millones de años, muchos más que el Sol, que posee una edad aproximada de 4.600 millones de años. La temperatura superficial de esta es de unos 5370 grados Kelvin, alrededor de 5100 grados centígrados. Es más templada que el Sol, que posee una temperatura superficial que ronda los 6000 K. Recordemos que los intervalos de temperatura expresados en ºC y en kelvins tienen el mismo valor. La única diferencia es que los grados centígrados se empiezan a contar como positivos a partir del punto de congelación del agua, y los grados kelvin empiezan a sumar desde la temperatura en la que todo movimiento se detiene, el conocido cero absoluto, situado a unos –273,15 ºC.

El hallazgo del exoplaneta denominado HD 80606-b se hizo público el día 4 de abril de 2001, pero ya un año antes se sospechaba que existía un exoplaneta orbitando esta estrella. Las observaciones preliminares comenzaron en 1999 desde el telescopio Keck, en Hawái. El grupo ELODIE, confirmó el hallazgo desde el observatorio Haute-Provence, al sur de Francia. Dicho grupo está formado por diversos astrónomos de prestigio como Michael Mayor o Didier Queloz. Este nuevo mundo se halló gracias al método de la Velocidad Radial, con el que se han descubierto multitud de planetas extrasolares.

El exoplaneta en cuestión es otro gigante gaseoso. Un mundo que posee casi 4 veces la masa de nuestro Júpiter. Se estima que un día aquí dura casi 34 horas, y su año unos 111,43 días terrestres. Lo más llamativo del caso es que su órbita es tan excéntrica, que más que la de un planeta, parece la de un cometa. Se podría decir que la órbita de este exoplaneta es parecida a la del cometa Halley, pero mucho más corta.

HD_80606b_Orbit_Comparation_(PlanetQuest)_es

Esta imagen nos muestra lo elíptica que llega a ser la órbita de este mundo. Mientras el perihelio se sitúa a una distancia de sólo 0,03 UA de la estrella (4,5 millones de km), el afelio está mucho más lejos, a 0,85 UA (127,5 millones de km de la estrella). En nuestro Sistema Solar, el perihelio de dicho exoplaneta estaría situado a una distancia 13 veces menor que la existente entre Mercurio y el Sol; el afelio, por el contrario, estaría a mitad de camino entre Venus y la Tierra.

Las estaciones aquí son mucho más extremas aún que en 16 Cyg-Bb. Las temperaturas de este mundo oscilan entre los 250 K (-23 ºC) del invierno, hasta los 1500 K (alrededor de 1200 ºC) del verano. Durante el paso del exoplaneta por el periastro (así se denomina al perihelio de un planeta que orbita una estrella distinta al Sol) las temperaturas sufren cambios impresionantes. En el momento de mayor aproximación, las temperaturas suben desde los 800 K a los 1500 K. Una diferencia brutal de 700 K en apenas seis horas. El planeta se calienta y enfría muy rápidamente, antes y después del periastro. En este punto, la radiación procedente de la estrella HD 80606 se multiplica por 800, si lo comparamos con el afelio.

Otro efecto de esta aproximación es que el tamaño de la estrella, en los cielos de HD 80606-b, se multiplica por cien en ese mismo tiempo. Estos dos fenómenos tienen una explicación comúnHD80606b_Orbit: La razón se halla en la gravedad. Cuanto menor es la distancia a la estrella, mayor es la velocidad del planeta para poder mantenerse en órbita. De hecho, en el Sistema Solar la velocidad de traslación de los planetas desciende a medida que nos alejamos de nuestra estrella. Mercurio es el que posee la traslación mas rápida, con 59 m/s de velocidad en su perihelio. Neptuno, por el contrario, se mueve a una velocidad de 5,43 m/s. Es un cambio considerable de velocidad.

A este planeta le pasa lo mismo. La excentricidad de su órbita hace que, al pasar por su afelio, su velocidad de traslación se ralentice notablemente, comparándola con la aceleración que sufre en el perihelio. La imagen de la derecha es una buena representación de este hecho.

Otro efecto de las enormes variaciones de temperatura, unido al efecto de la rotación (para nada sincronizado con la traslación del planeta), es que se crean enormes tormentas en la atmósfera que provocan una fuerte aceleración del viento, tanto es así que puede llegar a "soplar" a varios kilómetros por segundo, desarrollándose vórtices en los polos de este desolado mundo.

Un dato importante sobre la investigación de este exoplaneta es que se trata del primero en el cuál se han detectado variaciones atmosféricas en tiempo real. Evidentemente, cuando hablamos de “tiempo real” lo hacemos de un modo relativo, puesto que la luz que nos llega de este mundo fue emitida hace 190 años. Es decir, ahora mismo vemos lo que sucedió allí hace todo este tiempo, y lo que está pasando ahora en este planeta extrasolar o su estrella no lo veremos hasta dentro de casi dos siglos, pues la luz tarda todo este tiempo en recorrer la titánica distancia que nos separa.

PIA11391_modest
Esta imagen es una simulación del calor del planeta, cortesía del telescopio Spitzer de la NASA. En ella podemos ver como, superada ya la fase de máxima proximidad del perihelio, la atmósfera va rápidamente disminuyendo su temperatura en el lado nocturno del planeta.

Finalmente, creo que podemos afirmar con bastante seguridad que este es uno de los mundos más curiosos hallados. Claro está que los hay aún mas raros, de muy diversas y peculiares características, pero ya hablaremos de ellos más adelante.

Los astrónomos desarrollan una nueva herramienta para cazar exoplanetas

Astrónomos de EEUU han inventado una nueva técnica para tomar imágenes directas de planetas que orbitan estrellas lejanas. El descubrimiento significa que ahora debería ser posible ver estos “exoplanetas” con telescopios mucho más pequeños que en la actualidad.

Aunque la técnica aún no ha sido utilizada para encontrar nuevos exoplanetas, los investigadores han confirmado la existencia de tres planetas conocidos orbitando una estrella distante.



El primer planeta orbitando otra estrella fue encontrado en 1995 y desde entonces los astrónomos han llegado a descubrir más de 450 de estos cuerpos. La mayoría de los exoplanetas han sido detectados indirectamente, observando su efecto sobre el brillo o el movimiento de sus estrellas madre.

Sin embargo, la mejor manera de determinar la composición química de un exoplaneta, lo que podría decirnos si alberga vida, es analizar el espectro de luz que llega directamente desde el exoplaneta a la Tierra. El problema es que la detección directa es muy difícil usando pequeños telescopios con base en tierra. Hasta ahora sólo ha sido posible tomar imágenes directas con el Telescopio Espacial Hubble y varios telescopios terrestres de gran tamaño.

El tamaño sí importa

Ahora, sin embargo, Gene Serabyn y sus colegas del Jet Propulsion Laboratory, ubicado cerca de Los Angeles, han ideado una manera de tomar imágenes de exoplanetas usando telescopios mucho más pequeños. De hecho, su medición con un instrumento de 1,5 metros de diámetro es tan buena como la de un telescopio mucho más grande (de 10 metros).

El equipo de Serabyn comenzó por darle nitidez a la imagen de una estrella mediante el uso de óptica adaptativa para remover la mayor parte de la distorsión que se produce cuando la luz estelar pasa a través de la atmósfera de la Tierra. La imagen resultante se compone de un patrón de difracción que incluye un disco central brillante rodeado de círculos concéntricos oscuros y brillantes, una consecuencia inevitable en la luz que pasa a través de la abertura del telescopio.

El problema es que si la estrella tiene un exoplaneta, su imagen será mucho más débil y puede quedar ocultas por este patrón de difracción. De hecho, los astrónomos sólo pueden resolver los exoplanetas que orbitan más allá de una cierta distancia de la estrella, debido a que el brillo del patrón disminuye rápidamente desde su máximo en el centro. Esta distancia es inversamente proporcional al tamaño de la abertura del telescopio, por lo que tienen que ser utilizados instrumentos más grandes.

Sin difracción


Serabyn y sus colegas consiguieron evitar este problema utilizando un “coronógrafo vórtice” (vortex coronagraph), que bloquea la luz de una estrella y elimina gran parte del patrón de difracción de la imagen. Iniciado por el miembro del equipo Dimitri Mawet y otros, el coronógrafo vórtice es una pequeña “placa de fase” de vidrio que aplica un desplazamiento espiral de fase a la luz que pasa a través de él. La luz de la estrella se fija en el mismo centro de la placa, lo que significa que la luz de la estrella emerge del otro lado en un ángulo relativamente grande con respecto al eje del telescopio (ver diagrama).



¿Cómo funciona?

Pero como el exoplaneta se encuentra en una posición diferente a la estrella, su luz no está concentrada en el centro mismo de la placa y así surge en un ángulo mucho menor. La luz de la estrella se retira luego con un bloqueador con un agujero central, a través del cual la luz del exoplaneta puede pasar.

El equipo probó su sistema usando el telescopio Hale de 5,1 metros de diámetro del Monte Palomar en California. En lugar de utilizar toda la luz recogida por el telescopio, el equipo utilizó una apertura reducida de 1,5 metros, ya que esto permite que el sistema de óptica adaptativa ofrezca la mejor imagen posible.

El equipo apuntó el telescopio hacia la estrella HR 8799, que se sabe que tiene tres exoplanetas que habían sido captado directamente en 2008 por Christian Marois y sus colegas del Instituto de Astrofísica Herzberg en Canadá. Marois utilizó un telescopio de 10 metros en el observatorio Keck en Hawai (junto con el del Observatorio Gemini norte), y pudo ver dentro de una precisión de 440 milisegundos de arco de la estrella.



La "primera familia" planetaria, obtenida por el equipo de Marois (Gemini Observatory)

Utilizando su instalación de 1,5 metros, Serabyn y sus colegas también pudieron ver los tres exoplanetas, y tuvieron una visión clara a menos de 300 milisegundos de arco de la estrella. Marois, quien no participó en la observación de Palomar, describió el resultado como “notable”, y agregó que “podemos esperar que se hagan grandes cuando tengamos, en de los próximos años, una configuración de trabajo óptima en una apertura total de 8 a 10 metros“.

Más telescopios

Una de las ventajas de la técnica es que podría permitir que muchos más telescopios obtuvieran imágenes directas de exoplanetas. De hecho, Serabyn considera que podría utilizarse para mejorar los entre 50 y 100 instrumentos existentes en la actualidad. Además, los telescopios espaciales diseñados para encontrar exoplanetas podrían ser más pequeños, y por lo tanto, más baratos y más fácil de implementar.

“Nuestro objetivo es tomar algún día instantáneas de sistemas solares, mostrando todos los planetas en sus órbitas alrededor de la estrella, y hacer espectroscopia en todos ellos”, le dijo Serabyn a Physicsworld.com. Añadió que el equipo también está en contacto con varios grupos de óptica adaptativa, en desarrollo y de próxima generación, para la integración de los coronógrafos vórtice en sus instrumentos.

El equipo regresará a Palomar este verano, donde se llevará a cabo un estudio de las estrellas cercanas en busca de exoplanetas.

El trabajo se describe en Nature 464 1018.


Fuente de la noticia: Axxon (
Aportado por Eduardo J. Carletti)

Fuente original: Physics World


Información y documentación adicional:


Jet Propulsion Laboratory

Wikipedia - Hale Telescope

NASA - Imagen de los exoplanetas en distintas resoluciones

Gemini Observatory - Primera imagen de los exoplanetas de HR 8799

17 abril, 2010

El primer “Júpiter excéntrico” hallado: 16 Cygni-Bb

El mundo que toca hoy, es, como no, muy peculiar y exótico. Descubierto en 1996, gracias a la técnica de la velocidad radial, este es un mundo con una característica muy curiosa. Esta característica, hace que 16 Cygni-.Bb, tenga unas estaciones climáticas muy extremas y variadas.

Primero de todo, empecemos hablando de dónde está ubicado. Este mundo, se halla a unos 70,5 años luz de distancia de nosotros, en la constelación del cisne. Está situado en un sistema estelar triple, formado por dos enanas amarillas y una enana roja. Estas estrellas reciben los nombres de 16 Cygni-A, 16 Cygni-B, y 16 Cygni-C, que forman este sistema.

Las estrella enana amarilla 16 Cyg-A y la enana roja 16 Cyg-C, forman un sistema binario cercano. Se estima que la distancia entre estos 2 componentes se encuentran separados por una distancia de sólo 73 UA, es decir, 10.950 millones de km. Por el contrario, 16 Cygni-B está a unos 860 UA de sus compañeras, unos129.000 millones de km. A nosotros nos interesa esta ultima, pues es la “madre” del exoplaneta del cuál hablaremos aquí. Al igual que nuestro sol, 16 Cyg-B, es una enana amarilla, y tiene la misma masa, temperatura, y radio que nuestra estrella. Es una estrella común, típica y normal, asombrosamente parecida a la nuestra.

Su mundo, por el contrario, es muy peculiar. Recibe el nombre de 16 Cygni-Bb, y es un gigante gaseoso. Tiene una masa, equivalente a 1,67 Júpiters. Su masa, ya es sorprendentemente grande, pero hay mundos mucho mayores, con mucha mas masa. Lo más importante viene a continuación.

Este de aquí, fue el primer “Júpiter excéntrico” hallado Estos mundos, son siempre gigantes orbita de 16 Cyg-Bbde gas, y tienen una orbita muy excéntrica (de ahí su nombre). En este caso, la orbita de este planeta es bastante larga. Su año dura unos 798,5 días terrestres, es decir, 2,18 años. Cuando llega el verano, en el Perihelio (punto mas cercano del planeta de su estrella), 16 Cyg-Bb está muy próximo a su estrella. Pasa a 0,54 UA de esta. En el Sistema Solar, el punto de máxima proximidad de este mundo, se situaría entre las orbitas de Mercurio y Venus, como podemos ver en esta imagen. Por el contrario, en el Afelio (punto más alejado de un planeta de su estrella), estaría situado en medio del cinturón de asteroides, a mitad de camino entre Marte y Júpiter. Eso es equivalente a 2,8 UA de distancia.

La variación de la orbita de este mundo es enorme. Tanto que las estaciones aquí son muy extremas, y no están causadas por la inclinación del exoplaneta, sino por la extensión de su orbita. Veranos cortos y extremadamente calurosos, breves primaveras y otoños con temperaturas que a nosotros posiblemente nos parecerían suaves y agradables, e inviernos muy largos y fríos, en los que el planeta sufre unas temperaturas muy bajas, muy por debajo del punto de congelación del agua.

A pesar de todo, la composición química de este mundo, su radio, y su temperatura, son desconocidos aún. Por lo menos nos podemos hacer una idea de la temperatura de este mundo. Cuando está en Perihelio, por la proximidad a su estrella (que es de las más parecidas a nuestro sol que se conocen) la temperatura debe de ser de entre 200 y 300cº. En cambio,en el Afelio, la temperatura debe de ser de alrededor de 100 grados centígrados bajo cero.  Aunque estas solo solo unas temperaturas especuladas, no creo que sean muy distintas a esto. 

La temperatura de 16 Cyg-B es la misma que la que posee nuestro sol, casi sin ninguna diferencia respecto a nuestra estrella. Eso quiere decir que prácticamente no existen variaciones en la zona de habitabilidad, si comparamos con nuestro Sistema Solar. Eso nos permite hacer esta aproximación de temperaturas. Recordemos también que, este mundo, pasa por dicha zona 2 veces al año: en primavera cuando se aproxima a su estrella, y en otoño, cuando se aleja de esta. Eso quiere decir que, durante 2 veces al año, a lo largo de una pequeña temporada, las temperaturas son templadas y “agradables”.

La primaveras, veranos y otoños, son cortos, y no duran mas que unos pocos meses. La 16cyg3b2estación dominante aquí, es el invierno. Desde que sale de la zona de habitabilidad, y regresa, pasa más de la mitad de su año muy lejos de su estrella, mientras completa la orbita. Mientras las otras 3 estaciones juntas no deben durar mucho más que 11 o 12 meses, el resto del tiempo las temperaturas no suben de las desenas de grados bajo cero. Esto se ve a simple vista con la representación de la orbita que nos muestra la primera imagen d. La mitad de la extensión de la orbita, esta mas allá de donde estaría el planeta Marte. A esa distancia, las temperaturas son ya muy bajas. Arriba, podemos ver una representación artística de este mundo, con sus tres estrellas.

A pesar de tener tres soles, este planeta sólo esta lo suficientemente cerca de 16 Cyg-B para mantenerse caliente. Las otras dos, están tan lejos que no le dan calor alguno a este gigante gaseoso y a sus posibles lunas.

Este es otro factor importante para la búsqueda de vida: las exolunas. Aunque el mundo anfitrión sea demasiado extremo como para la vida, podría ser que pequeñas lunas rocosas si posean esa vida. Mundos parecidos a la tierra que, a pesar de tener tan extremo clima, pueden esconder agua y vida en el subsuelo, escondidos de las condiciones externas.

Estos nuevos mundos, nos seguirán fascinando aún durante mucho tiempo. Quién sabe que sorpresas nos llevaremos en un no muy lejano futuro…

13 abril, 2010

Mundos que giran en la 'dirección equivocada'

Descubiertos seis planetas extrasolares que orbitan su estrella en sentido opuesto al de rotación de ésta

Los planetas se forman a partir de un disco de gas y polvo que gira alrededor de una estrella en su mismo sentido de rotación; esa materia acaba formando cuerpos planetarios que, lógicamente, siguen dando vueltas al astro en el mismo sentido que el disco inicial. Así, al menos, es nuestro Sistema Solar. Pero se acaba de anunciar un descubrimiento que cuestiona en gran medida esta teoría: seis planetas en órbita de estrellas diferentes al Sol giran en sentido opuesto a la rotación de su astro central. "Estamos tirando una auténtica bomba en el campo de los exoplanetas", dice Amaury Triaud, un joven científico del Observatorio de Ginebra autor de esta investigación junto con prestigiosos astrónomos. "Los nuevos resultados suponen todo un reto a la idea convencional de que los planetas deben siempre orbitar en el mismo sentido de rotación de la estrella", añade su colega Andrew Cameron. Estos investigadores han lanzado su "auténtica bomba", su descubrimiento, en la Reunión Nacional de Astronomía de la Royal Society británica, que se celebra esta semana en Glasgow (Reino Unido).

Ilustración de los planetas que giran en torno a la estrella en sentido contrario a su rotación (excepto el de abajo a la derecha), represenados durante el tránsito- ESO/L. CALÇADA

Planetas de otras estrellasDesde que, hace casi 15 años, los astrónomos Michel Mayor y Didier Queloz (Universidad de Ginebra) descubrieron el primer planeta en órbita de una estrella distinta del Sol, la cuenta de esos cuerpos aumenta constantemente (452, a fecha de hoy), salpicada a menudo por hallazgos inesperados. Queloz, que en 1995 era un joven colaborador de Mayor, ahora es uno de los líderes de la investigación que ha dado con los seis peculiares planetas.

La mayoría de los exoplanetas (incluido el primero) se descubren no porque se vea, sino porque su influencia gravitacional provoca un ligero bamboleo de la estrella, desvelando así la presencia de un cuerpo a su alrededor. En algunos casos el planeta se cruza por delante del astro -en la línea de visión desde la Tierra- y produce una ligera atenuación de la luz, lo que desvela su presencia. Es lo que se llama un tránsito.

Queloz, Triaud y los demás astrónomos del equipo han presentado ahora el descubrimiento de nueve nuevos jupiterinos, es decir, planetas de masa igual o superior a nuestro planeta gigante pero que orbitan mucho más cerca de su estrella que Júpiter alrededor del Sol. La auténtica sorpresa es que, al comparar sus datos con observaciones previas de exoplanetas por la técnica de tránsito, han descubierto esos seis -de una muestra de 27- que giran en el sentido equivocado.

Los jupiterinos, según la teoría más extendida, se deben formar a partir de una mezcla de roca y partículas de hielo de la zona externa del disco protoplanetario, es decir, lejos de la estrella, y luego migran hacia sus proximidades, explica el Observatorio Europeo Austral (ESO). Las interacciones gravitacionales del jupiterino con el disco de polvo serían responsables de esta migración en un proceso que duraría unos pocos millones de años, y siempre acabaría girando alrededor del astro en el mismo sentido de rotación de éste. En el proceso también se formarían planetas más pequeños, rocosos, del tipo de la Tierra.

Ahora, para encajar el hallazgo de los seis exoplanetas de anómalo comportamiento orbital, los científicos tienen que dar con una teoría diferente. La nueva idea propuesta es que en el proceso de migración hacia el centro del sistema planetario, los jupiterinos sufrirían la influencia gravitacional de otras estrellas lejanas o incluso otros cuerpos planetarios en un proceso que duraría cientos de millones de años. Queloz explica que este proceso podría tener un efecto secundario: la expulsión del sistema de cualquier planeta rocoso menor tipo Tierra.

En esta investigación, los astrónomos han utilizado varios telescopios situados tanto en el hemisferio Sur como en el Norte, incluidos algunos del observatorio del ESO en La Silla (Chile) y los del Grupo Isaac Newton y el NOT en La Palma. Ante todo, ha demostrado su eficacia el consorcio de telescopios WASP, con observatorios robotizados que están constantemente rastreando el cielo en busca de tránsitos (atenuación de la luz de las estrellas) que desvelen la presencia de exoplanetas.

Fuente: El país.com

10 abril, 2010

Científico augura el hallazgo de planetas como la Tierra gracias a una nueva técnica

La técnica, llamada astro-comb, permitirá rastrear los pequeños cambios de luz producidos por los planetas en las estrellas que orbitan.

El sueño de encontrar planetas rocosos como la Tierra o Marte, donde las probabilidades de vida son mayores que en las de los gigantes del tipo Júpiter, está cada vez más cerca. Y así lo dejó ver el astrónomo del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, Andrew Szentgyorgyi, al hablar de los alcances del láser de alta resolución llamado astro-comb, que permitirá descubrir mundos, hasta ahora imposibles de rastrear.

La técnica del astro-comb ayudará a los astrónomos medir cambios en las velocidades tan pequeñas como un centímetro por segundo, lo que permitirá calibrar los cambios en la posición de las líneas del espectro de las estrellas que circundan. De esta forma, se incrementará la precisión de la técnica en unas cien veces, según los cálculos del Harvard-Smithsonian.

"Hay una alta probabilidad de que el astro-comb comience a utilizarse regularmente. Pero sólo en la medida que hagamos más simple su operación y ampliemos el rendimiento de la longitud de onda de la banda", explicó Szentgyorgyi tras su paso por el Departamento de Astronomía y Astrofísica (DAA) de la Universidad Católica.

El descubrimiento de este láser de alta precisión, llamado en su origen laser frequency comb, se conoció a fines de los noventa gracias al físico Theodor H nsch. Aunque recién en 2008 un estudiante de postdoctorado del Harvard-Smithsonian, Chih-Hao Li y su equipo, adaptó el comb para propósitos astronómicos.

Uno de los problemas que ha debido sortear la aplicación del frequency comb ha sido su financiamiento. Según Szentgyorgyi, se han gastado cerca de un millón y medio de dólares, fondos que han provenido no sólo de la Universidad de Harvard, sino también del MIT Research Laboratory of Electronics y de la NASA.

Si bien la imposibilidad para encontrar planetas rocosos fuera del sistema solar, también llamados exoplanetas, debería cambiar en los próximos años con la llegada de nuevas computadoras, detectores y telescopios de nueva generación como el Giant Magellan Telescope en el Observatorio Las Campanas o el Telescopio Extremadamente Grande del Observatorio Europeo ESO, la eventual aplicación del astro-comb entregaría resultados que ninguna técnica ha dado hasta ahora.

El aporte de este método sería de incalculable valor para la astronomía, según los docentes del DAA que asistieron a esta exposición. Y está claro. Pues al analizar planetas del tamaño de la Tierra, la información allí recabada  entregaría importantes datos de cómo surgió la vida en nuestro mundo, además de analizar en profundidad por primera vez entornos fuera del sistema solar.

"Ha sido interesante conocer el esfuerzo que se está haciendo en la búsqueda de planetas y vida inteligente por parte de este grupo. Y más aún por este método, que nunca se había ocupado en astronomía", señaló Leonardo Vanzi, profesor de Instrumentación Astronómica de la UC.

Szentgyorgyi tiene esperanzas de que este láser pueda ser aplicado de manera global de aquí a cinco o diez años más. Sobre todo porque una de las metas que tiene con su equipo es simplificar las operaciones de esta técnica para que cualquier astrónomo pueda utilizarla sin ningún entrenamiento muy sofisticado.

"Estamos conscientes de que el astro-comb ha resultado algo caro, pero los avances en la tecnología están hoy reduciendo su precio", aseveró.

Fuente original: Universidad Católica de Chile

El sistema de Gliese 581

A aproximadamente 20,5 años luz de nuestra Tierra, se encuentra una estrella llamada Gliese 581. Es una de las 100 estrellas más próximas a nosotros, una enana roja que posee una masa equivalente al 0,31% de la de nuestro Sol.

En el año 2007, desde el Observatorio de La Silla (en Chile), observatorio que pertenece al ESO (European Southern Observatory), y usando la técnica de velocidad radial (al igual que con Pegaso 51b), descubrieron un sistema solar formado por cuatro exoplanetas, denominados Gliese 581b, Gliese 581c, Gliese 581d y Gliese 581e. Dicho sistema solar ha resultado ser un lugar muy prometedor para la búsqueda de vida en planetas con una masa, un volumen y una temperatura similares a las terrestres.

Empecemos hablando del sistema en general. Lo primero es ver donde están situados estos planetas en relación a su estrella. La siguiente imagen nos mostrará una serie de datos bastante interesante:

sistema gliese 581

Bien, como podemos ver, Gliese 581 es mucho menor que nuestro Sol. También vemos que todos sus planetas están más próximos a su sol de lo que Mercurio está del nuestro. Eso no quiere decir que tengan temperaturas mas altas que Mercurio, pues al ser mucho menor que nuestra estrella, Gliese 581 tiene una temperatura mucho menor que nuestro sol y despide menos luz, lo que se traduce en una zona de habitabilidad mas cercana. La zona de habitabilidad existe en todas las estrellas brillantes del firmamento. Esta es la zona en la que un planeta tiene la temperatura ideal todo el año. En la imagen superior, la zona de habitabilidad está señalada en azul. Si miramos nuestro Sistema Solar, veremos que Venus está fuera de esa zona, rozando el borde interior, lo que significa que posee una temperatura de casi 500 grados centígrados; esto también afecta notablemente a la gruesa atmósfera venusiana, formada por CO2 en el 95% de su composición. Marte, en cambio, está en el borde exterior de esta zona, posee temperaturas muy bajas, de decenas de grados bajo cero incluso en el ecuador y en verano. La Tierra está justo en medio, por esta razón la temperatura media del planeta ronda los 15cº.

La zona de habitabilidad es muy importante, puesto que determina en gran medida la temperatura final del planeta. La zona varía dependiendo del tamaño y luminosidad de la estrella, como podemos ver en la siguiente imagen:

491px-Habitable_zone-es_svg

La zona habitable está marcada en azul. Podemos comprobar que, si la masa de la estrella es pequeña (0,5 masas solares en este caso), la zona habitable es más cercana a la estrella, y justo lo contrario si la estrella es mayor que el sol (2 masas solares en este caso). Si tenemos en cuenta que Gliese 581 es poco mas que la mitad de ese 0,5% de masa…

Eso hace que Gliese 581e y Gliese 581b, que se encuentran fuera del límite interno de dicha zona, sean mundos con altas temperaturas, con muy poca posibilidad de vida microbiana. Hablemos un poco de estos planetas. En primer lugar, hay que destacar que los cuatro tienen una masa superior a la terrestre. Al igual que en nuestro Sistema Solar, el planeta más cercano a la estrella es el que menos masa y diámetro tiene.

Gliese 581e

Gliese 581e, tiene una masa de 1,94 tierras. Es casi el doble que nuestro mundo. Aún así, es el planeta más pequeño hallado fuera del Sistema Solar. Por su masa, podemos deducir que es un mundo rocoso. Es lo que se llama una “supertierra”. Es un mundo rocoso con una masa superior a la de nuestro planeta. Es también el más cercano a la estrella, con una órbita que está a sólo 0,03 UA de su estrella. Recordemos que 1 UA equivale a la distancia entre la Tierra y el Sol, que es de aproximadamente 150 millones de km. Eso quiere decir una distancia a su estrella de 4,5 millones de Km, muy poco. A pesar de todo, su temperatura supera con creces los 100cº, pero no llega a 200cº. Eso es muchísimo menos que el caso del exoplaneta Belerofonte (Pegaso 51), que se encuentra a 0,05 UA de su estrella (7,5 millones de km). Un año en Gliese 581e dura tan sólo 3,14 días. Un abrir y cerrar de ojos, relativamente hablando. Aún estando más cerca de su estrella, la temperatura de este mundo es mucho menor que la de Belerofonte, pues Pegaso 51 es casi el doble de grande que Gliese 581. En el primer caso, la estrella tiene una masa de 1,06 la del Sol, y en el segundo caso, un 0,66 masas solares... bastante menos que en el primer caso. Ninguno de los planetas del sistema Gliese 581 llega a las 0,25 UA de distancia de su estrella.

Este mundo no tiene posibilidades de albergar vida (tal y como la conocemos) por el simple hecho de que su temperatura es demasiado elevada. Aún así, hay dos planetas en este sistema que sí podrían albergar vida, pero de eso ya hablaremos luego.

Gliese 581b

El segundo planeta con el que nos encontraríamos después del comentado antes, sería Gliese 581 b. Este mundo está ligeramente más alejado de su estrella que GL 581e. Su masa es 15,65 veces la de la tierra. Como vemos, es mucho mayor que el primer planeta. Aún así, probablemente seguimos hablando de una “supertierra”. Neptuno, que es el menor de nuestros gigantes gaseosos, tiene una masa de 65 tierras, por lo que podemos afirmar que no se trata de un gigante gaseoso aunque no haya estado lejos de serlo. Este mundo está aún ubicado fuera de la zona habitable, a 0,04 UA de su sol. Eso son unos 6 millones de su estrella, y 1,5 millones de kilómetros del primer planeta. Su año, a esa distancia, dura solo 5,36 días terrestres, y se cree que su temperatura ronda los 150 grados centígrados. Esta imagen es una representación artística del exoplaneta en cuestión.  b

El hecho de que estos dos mundos estén tan próximos el uno del otro significa, con toda probabilidad, que su brillo en el cielo nocturno de GL 581b, estando ambos situados a corta distancia (recordemos que los planetas se acercan y alejan dependiendo de la zona de su órbita en la que estén, podrían estar perfectamente en extremos opuestos ahora mismo), sea realmente enorme. Al igual que nos pasa a nosotros con Mercurio, solo podríamos ver GL 581e muy al principio de la noche, en la puesta de sol a causa de su corta órbita alrededor de la estrella. Aún así debe verse grande y brillante. La Luna, tiene un diámetro que es 1/4 parte del terrestre, y está a unos 400.000 km de media de nosotros. A pesar de ello, las noches de luna llena, son tan brillantes que hacen casi imposible la correcta observación astronómica a través de un telescopio. Imaginaros un cuerpo que, aún estando cinco veces más lejos de lo que está nuestro satélite con respecto a nosotros, es casi dos veces mayor que la Tierra (suponiendo que la densidad de ambos cuerpos fuera igual o muy similar). GL 581e podría ser perfectamente el doble de grande y brillante en el cielo de GL 581b de lo que es la Luna en el nuestro.

Dejando a un lado la belleza de esa proximidad, hay que tener en cuenta también que dicha cercanía provocará grandes fuerzas de marea en ambos mundos. La Luna es capaz de elevar los continentes más de medio metro en cada marea... imaginad pues un planeta con 15 masas terrestres, ejerciendo su atracción en uno de casi 2 masas (y a la inversa). Las fuerzas desatadas entre estos mundos deben ser titánicas, aunque dicha influencia solo será posible en determinados momentos, evidentemente. No siempre estarán a esos 1,5 millones de km el uno del otro.

Todo esto que he comentado son hipótesis, por supuesto. Pero si son correctas, podrían afectar notablemente a estos cuerpos con tremendos terremotos y/o grandes erupciones volcánicas. Con esa masa, su núcleo estará seguramente fundido, y los tirones gravitatorios afectan a los volcanes (un ejemplo es Io, luna de Júpiter). GL 581e y GL 581b podrían ser perfectamente mundos muy peligrosos debido a las fuertes mareas magmáticas creadas por esta atracción mutua.

 

Gliese 581c

Ahora viene el gran protagonista del sistema, el muy nombrado Gliese 581c. Este planeta creó muchas expectativas tras su descubrimiento. Se trata de un mundo con una masa 5,36 veces mayor que la de nuestra Tierra. Es otra “supertierra”, la tercera del sistema Gliese 581. Debajo tenemos una impresión artística del mundo que estamos comentando ahora.c

Gliese 581c está situado en el borde interno de la zona de habitabilidad existente alrededor de su estrella. Aún estando en esa zona, la distancia entre este y su estrella es de tan sólo 0,07 UA, unos 10,5 millones de km. Si lo comparamos con Mercurio, que tiene una órbita que varia entre 45 y 70 millones de km respecto al Sol, Gliese 581c está muy próximo a su estrella, al igual que GL 581d, que está aún más lejos que el mundo que ahora comentamos. Su año dura sólo 12,92 días terrestres. Eso es más del doble del tiempo necesario para el segundo planeta sobre el que hemos hablado. A pesar de su proximidad, es un candidato a tener vida, ya que está ubicado dentro de la zona habitable de su estrella. Eso quiere decir que tiene una temperatura “templada”, que se cree que oscila entre 0 y 40cº en su superficie. A esas temperaturas puede existir agua en los 3 estados: En estado sólido en los polos y las grandes montañas; en estado líquido en mares, ríos y lagos; y en estado gaseoso en la atmósfera y sus nubes.

El simple hecho de que sea posible encontrar agua en estado líquido en su superficie, es muy esperanzador para la vida, pues si hay agua en dicho estado es que prevalece una temperatura templada (de menos de 100cº, que es el punto de ebullición del agua), en la que los microbios pueden crecer, alimentarse y reproducirse cómodamente. Quién sabe si, con esas temperaturas, existe realmente vida en este mundo... dependiendo del ambiente reinante (podría ser que fuera un mundo desértico con muy poca agua, o un mundo acuático, inundado casi por completo) podrían aparecer sencillos microorganismos. A lo mejor, las condiciones son propicias para que se de la evolución hacia seres pluricelulares cada vez más complejos. Todo esto es (por supuesto) un suponer, ya que desconocemos muchos datos con respecto a estos mundos, pero no deja de ser un caso muy prometedor. De hecho, GL 581c causo una gran expectación en el momento de su descubrimiento.

Gliese 581d

Finalmente, vamos a hablar del 4º planeta del sistema. El equivalente en distancia (relativa) a nuestro Marte. Su masa es de 7,09 tierras, y como sus tres vecinos, es una supertierra. Está situado en el borde exterior o fuera de la zona habitable. Es el mundo más alejado de su sol y con diferencia. Está situado a una distancia de 0,22 UA de su estrella, que equivale a unos 33 millones de km. Mucho más lejos que cualquier otro mundo de su sistema. Aún así, está 7 millones de km más cercano a su estrella que el perihelio de Mercurio respecto al sol. El perihelio es el punto orbital más cercano de un planeta (Mercurio en este caso) con respecto de su estrella. Un año aquí, dura 66,8 días terrestres (0,14 años).

A esa distancia, la temperatura de GL 581d es muy baja, rondando los –100cº en su superficie. De todas formas, existe una mínima posibilidad de vida, en microorganismos que vivan cerca de fuentes termales o bajo el hielo, pues la baja temperatura hace imposible el agua en estado líquido. Al ser un mundo rocoso de gran tamaño, pueden existir volcanes. Al igual que la Tierra, GL 581b, c, d y e, tienen suficiente masa como para mantener su núcleo fundido. El núcleo se mantiene en estado líquido gracias a los materiales radioactivos en el interior del planeta, que calientan y derriten la roca. Los volcanes podrían crear un medio ideal para la vida, pero solo en sitios muy específicos, como pasa en las famosas fumarolas de las oscuras y heladas profundidades marinas terrestres, en las que viven comunidades enteras de organismos vivos. De nuevo, todo esto es una mera especulación, pero no deja de ser otro caso bastante prometedor.

El sistema Gliese 581 es, desde 2007, un sistema dinámico, con gran variedad de mundos y muchas posibilidades de albergar vida, sobretodo en Gliese 581c, pero también en Gliese 581d, en el que los volcanes podrían ser un factor vital para la aparición y superveniencia de dicha vida... aunque eso, no lo olvidemos, es sólo una hipótesis.

Con el tiempo, seguramente, iremos obteniendo nuevos y fascinantes datos de estos planetas, que podrán ser muy relevantes en la búsqueda de vida alienígena... o que, simplemente, ayudarán a una comprensión más profunda de estos lejanos cuerpos.

04 abril, 2010

Mensaje del equipo del blog

Hola a todos!!

Este mensaje es solo para destacar que, recientemente se han publicado algunos artículos que pueden ser se vuestro interés en Yplanets mundos y en la Caverna de Platón. Estos artículos son solo para romper el hielo, pero pronto empezarán a aparecer nuevos redactados. Esperamos que sean de vuestro agrado!! ;)

Otra cosa que hay que destacar, es la encuesta. Muchas gracias a todos por vuestros votos! Aunque no hay sugerencias para la siguiente encuesta (aún), esta ya cuenta con 10 votos! De nuevo, gracias por vuestra participación!

Un saludo!

El primer exoplaneta hallado

Estrenamos esta sección del bloc, con un famoso exoplaneta. Imagino que muchos ya sabréis de que exoplaneta hablo sólo por el título.Su descubrimiento fue anunciado el día 6 de octubre de 1996, por los astrónomos Michael Mayor y Didier Queloz. Habían descubierto un nuevo mundo fuera del sistema solar, en una lejana estrella llamada “Pegaso 51”, en la constelación de Pegaso, gracias a un nuevo e innovador método de detección de planetas extrasolares. El método de velocidad radial. Gracias a este, se han descubierto muchos mundos extraterrestres, la mayoría de ellos gigantes gaseosos. Esto tiene su lógica, pues el método de velocidad radial consiste en detectar el exoplaneta observando los movimientos de su estrella, movimientos que son causados por la gravedad del exomundo en cuestión. Mayor masa, mayor movimiento estelar, movimiento fácil de detectar, masa pequeña, poco movimiento estelar, difícil de detectar. Esta imagen nos da una buena idea del movimiento que el planeta causa sobre la estrella. Planet_reflex_200

Este, era un nuevo mundo muy prometedor, un nuevo hallazgo que iba, y ha hecho historia. Este descubrimiento nos abrió las puertas a la búsqueda de mundos, mundos que pudiera ser que fueran habitables, o estuviesen habitados.

Su nombre oficial es “Pegaso 51b”, pero es mas conocido como “Belerofonte”,  por un personaje de la mitología griega, el hombre que fue capaz de domar al caballo Pegaso entre otras muchas hazañas. Este nuevo mundo,  bautizado con el nombre de este guerrero mitológico, y ubicado a unos 48 años luz de nosotros, orbita una estrella típica y normal, similar a nuestro sol. Aún así, es un mundo extraño y fascinante.

Belerofonte, es aquello que los científicos denominan “Júpiter caliente”. Es un mundo gigantesco, muy próximo a su estrella, y eso es lo que conmocionó a los astrónomos. Descubrieron que Belerofonte era un gigante gaseoso, cuya masa era equivalente a casi la mitad de la de Júpiter. Su volumen es cientos de veces superior al terrestre. Pero lo impresionante es su orbita. Belerofonte orbita su estrella (con una masa de 1,06 veces al del sol) a una distancia de sólo 0,05 UA, completando un año completo en sólo 4,23 días terrestres. Recordemos que una Unidad Astronómica equivale a la distancia de la tierra al sol, que son aproximadamente 150 millones de Km. Es decir, Belerofonte está a sólo 7,5 millones de Km de la superficie solar.

En las siguientes imágenes, nos podemos hacer idea de la enorme proximidad de Belerofonte a Pegaso 51 comparado con la proximidad de los planetas del sistema solar a nuestro sol:

1

2

Como se puede ver es una proximidad enorme, que provoca que la temperatura superficial de este planeta sea de unos 1200 grados centígrados. Pocos planetas se han encontrado que superen este récord, aunque el planeta más caliente es uno llamado extraoficialmente “Osiris”, por el dios de la muerte Egipcio.

Se cree que algunos efectos de esta proximidad tan enorme a su estrella, provoca que Belerofonte, al igual que le pasa a los satélites de cualquier planeta del sistema solar, muestre siempre la misma cara a su estrella. La enorme gravedad que el exomundo sufre hace este efecto. En la cara soleada, siempre es de día, y las temperaturas son enormes. En cambio, en la cara nocturna, siempre es de noche, y la temperatura es más templada. Eso provoca que la atmosfera sea muy movida, con vientos de cientos de kilómetros por hora, y enormes tormentas.

También se piensa que, al tener una temperatura tan elevada, las nubes que forman la atmosfera están hechas, no de agua, sino de hierro y metales pesados, pues es el único material que puede formar nubes a tan alta temperatura.

Todos estos fenómenos hacen que sea un mundo desolado. De hecho, es casi seguro que la vida no puede existir el los Júpiter clientes”, pues la enorme temperatura lo hace imposible. Belerofonte, a pesar de todo, si nos da esperanza para la vida. Aunque en él la vida es inviable, su descubrimiento nos confirmó que si existen otros planetas fuera de nuestro sistema solar, muchos, miles. Que Belerofonte sea un mundo desolado por temperaturas capaces de evaporar el hierro, no quiere decir que existan otros mundos con temperaturas más benignas, mejores para encontrar vida en ellos. En mi opinión, Pegaso 51b es una gran esperanza para la búsqueda de vida extraterrestre.